La juventud rural en primera línea de la lucha contra la desertificación y la sequía
Cada 17 de junio se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, una fecha clave para reflexionar sobre los desafíos que enfrenta nuestro planeta en relación con la degradación del suelo, el acceso al agua y la pérdida de ecosistemas. Estos fenómenos, agravados por el cambio climático y los modelos extractivistas, afectan de manera particular a las comunidades rurales y, en especial, a las juventudes que habitan y trabajan en estos territorios.
Lejos de ser solo víctimas de esta crisis, las y los jóvenes rurales están liderando respuestas concretas y transformadoras. A través de prácticas agroecológicas, la gestión comunitaria del agua, la forestación con especies nativas y la defensa del acceso seguro a la tierra, están demostrando que es posible construir alternativas sostenibles y resilientes. Además, su capacidad de organización y trabajo en red, tanto a nivel local como regional y global, permite compartir saberes, fortalecer liderazgos y sumar voces para incidir en políticas públicas.
En este día, es fundamental reconocer y apoyar el rol protagónico de las juventudes rurales en la protección de la tierra. Impulsar su formación, garantizar su participación en la toma de decisiones, pasos clave para enfrentar la desertificación y avanzar hacia una economía más justa, ecológica y resiliente. La lucha por la tierra también es una lucha por la vida, y las juventudes están en el corazón de esa transformación.
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🤝 La lucha por la tierra empieza en el territorio, pero se fortalece en red.
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