Blog

Según datos de la FAO, los sistemas agroalimentarios son empleadores de gran cantidad de mujeres jóvenes entre los 15 y los 24 años, también señalan que las mujeres que trabajan en los sistemas agroalimentarios ocupan los trabajos con peores condiciones laborales, enfrentándose a situaciones como bajas remuneraciones o informales, trabajos que no alcanzan para cubrir la jornada laboral completa y de escasa cualificación.¹

Partiendo de esta información cabe preguntarnos ¿cómo podemos facilitar el empoderamiento de las mujeres jóvenes vinculadas con los sistemas agroalimentarios? con el fin de que tengan mejores condiciones laborales y puedan continuar vinculadas a los SSAa, sin que esto les signifique perpetuar sus situaciones de desigualdad y las brechas de género.

Según autoras como Marcela Lagarde “empoderarse es desarrollar la conciencia de tener el derecho a tener derechos, reconocer la propia autoridad y confiar en la capacidad de lograr propósitos.” ², por lo tanto, debemos generar acciones que les permitan reconocerse como sujetas de derechos, con las capacidades de ocupar espacios en igual medida que los hombres y con las habilidades necesarias para desempeñarse en roles más especializados y con mejores condiciones laborales.

Para alcanzar este empoderamiento es esencial fortalecer los sistemas educativos y el acceso equitativo a estos, reduciendo las desigualdades en acceso a educación que sufren las mujeres. Asimismo, la educación debe implicar acercar las nuevas tecnologías a las mujeres y las mujeres jóvenes para que ellas puedan desarrollar conocimientos que les permitan insertarse en labores más especializadas y con mejores remuneraciones dentro de los sistemas agroalimentarios.

También es importante señalar, que para lograr que las mujeres jóvenes accedan a mejores puestos laborales, se deben fortalecer los sistemas de cuidados en las zonas rurales. Las niñas, las adolescentes y las mujeres jóvenes ven limitadas sus oportunidades por desempeñar roles de cuido en sus hogares, limitando el tiempo del que disponen para el fortalecimiento de sus habilidades blandas y reforzando la concepción que los cuidados son una responsabilidad únicamente femenina.

Brindar igualdad de oportunidades a las mujeres jóvenes que viven en los entornos rurales es una necesidad. Todos los sistemas agroalimentarios se verán beneficiados de tener más mujeres participando de la fuerza laboral, más especializadas, con mayor capacidad de toma de decisiones y siendo parte activa de la economía de mercado.

¹ Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (2023). La Situación de las Mujeres en los Sistemas Agroalimentarios. ² Lagarde y de los Ríos, Marcela. Cuaderno 1. Guía para el empoderamiento de las mujeres. Agrupación para la Igualdad en el Metal. Proyecto EQUAL I.O. METAL. Acción 3