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El envejecimiento del campo es uno de los grandes problemas que se enfrentan en los entornos rurales y los sistemas agroalimentarios. Esto se debe a los fenómenos migratorios de las juventudes hacia los entornos urbanos. Las consecuencias de este abandono de lo rural son preocupantes ya que son, mayoritariamente, las personas jóvenes quienes introducen y manejan innovaciones que llevan a producir de manera más sostenible, con conciencia del cambio climático y conocimiento de herramientas digitales esenciales para la agricultura moderna.

En el último Foro Rural Mundial, llevado a cabo del 19 al 21 de marzo de este año, el foco fue puesto sobre la agricultura familiar y, dentro de ella, se hizo un énfasis especial en la participación de las personas jóvenes en ella. Ahí se circuló la “Carta de Apoyo a la Declaración del Día Internacional de las y los Jóvenes Agricultoras y Agricultores” que resalta la importancia de las juventudes rurales en la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios. Subraya que las juventudes agricultoras están en una posición ideal para adoptar innovaciones tecnológicas y sostenibles, pero enfrentan desafíos como el acceso a la tierra, recursos productivos, servicios financieros, espacios de formación y oportunidades de empleo.

El Programa de Equidad de Género y Juventudes del IICA aborda esta problemática con un enfoque de intergeneracionalidad. Así, se busca cerrar las brechas que enfrentan las personas debido a su edad y promover la cooperación entre jóvenes, personas adultas y personas adultas mayores en el campo. De esta forma, los conocimientos y trayectorias de las personas mayores no son desechadas ni desvalorizadas y los aportes e ideas de las personas jóvenes son escuchadas e incorporadas.

Los entornos rurales necesitan transformarse en un lugar atractivo y viable para que las juventudes quieran y puedan quedarse y desarrollarse. Esto implica mejorar las condiciones de vida y trabajo y ofrecer oportunidades educativas y de desarrollo profesional comparables a las zonas urbanas. Es fundamental implementar políticas públicas que promuevan el acceso a la tierra, recursos financieros e infraestructuras adecuadas.

El enfoque del IICA es fundamental para garantizar la participación de las juventudes y la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios. Al valorar las contribuciones de todas las generaciones, se pueden desarrollar estrategias inclusivas y efectivas para asegurar que la ruralidad en la Américas no sea un espacio expulsor. Esto no solo beneficiará a quienes viven y trabajan en el campo, sino también a la sociedad en su conjunto, garantizando un suministro de alimentos sostenible, seguro y resiliente.

Fuentes:

Carta de Apoyo a la Declaración del Día Internacional de las y los Jóvenes Agricultoras y Agricultores https://www.ruralforum.org/wp-content/uploads/2024/03/carta-de-apoyo-Dia-Internacional-de-las-y-los-Jovenes-Agricultores.pdf

Juventudes rurales en América Latina: evidencias desde la literatura académica

http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-80312023000100244