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Derechos Humanos y las juventudes rurales: pautas para la inclusión y la sostenibilidad agroalimentaria. 

Derechos Humanos y las juventudes rurales: pautas para la inclusión y la sostenibilidad agroalimentaria. 

Introducción. 

En las zonas rurales de América Latina y el Caribe habitan cerca de 30 millones de personas jóvenes de entre 15 y 29 años, representando el 25,3% de la población rural en general y un 19,6% del total de jóvenes. Estas personas sufren con mayor intensidad que otros grupos poblacionales -incluso que sus pares urbanos- brechas estructurales de género, educativas, laborales, tecnológicas y económicas que se asientan en un sistema adultocéntrico que les excluye de sus entornos inmediatos.  

Estos aspectos limitan el goce pleno de los derechos de las personas jóvenes e incluso, la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios. En un contexto en el que la población envejece1 y la membresía en los sistemas agroalimentarios también, resulta de especial interés propiciar espacios para la integración y la participación intergeneracional, que permita la transformación y la adopción de prácticas para la inclusión y sostenibilidad rural y agrícola.  

Las juventudes rurales como agentes de cambio de sus entornos. 

Las juventudes rurales son actores clave para la integración de prácticas que promuevan la inclusión y la sostenibilidad dentro de los sistemas agroalimentarios. Es fundamental la comprensión de los derechos humanos como marcos de protección y promoción de derechos, que permiten brindar orientaciones para transformar dinámicas históricas de exclusión que habiliten prácticas para la inclusión y la sostenibilidad.  

Personas indígenas, afrodescendientes, pescadoras, agricultoras; son muestra de la diversidad de perfiles, cosmovisiones y creencias presentes en las ruralidades de las Américas. Esto enriquece no solamente las culturas, sino también las maneras propias en la producción de alimentos.  

Sin embargo, las persistentes y estructurales brechas sociales y económicas limitan de manera significativa la igualdad, la participación y el desarrollo en general, especialmente de las juventudes rurales. Algunos ejemplos de las brechas que se identifican son: 

  • El 54% de las mujeres jóvenes rurales terminan la secundaria, 20% menos que sus pares urbanas. 
  • Los trabajos de las mujeres y las juventudes rurales se caracterizan por la precariedad y la debilidad en el acceso a derechos. 
  • Los jóvenes rurales tienen mayores tasas de analfabetismo, un menor promedio de años de estudio, menores probabilidades de concluir la educación secundaria y un limitado acceso a la educación universitaria que los jóvenes urbanos. 
  • Menos del 15% de las escuelas rurales en América Latina y el Caribe tienen acceso a ancho de banda.  
  • Los niños y las niñas indígenas se enfrentan a brechas de educación frente a sus pares no indígenas. Ya que en promedio tienen 2,6 años de escolaridad menos. Cuando  se trata de niñas, su tasa de analfabetismo es mayor, con un promedio de 6 puntos porcentuales más que la de los niños. 

En estas realidades se fundamenta la importancia de promover transformaciones profundas en las comunidades de las Américas. Es crucial desarrollar competencias transformadoras de manera efectiva y relevante, así como fomentar la justicia intergeneracional mediante la integración de saberes y conocimientos, y sensibilizar sobre la inclusión necesaria de las juventudes para impulsar cambios sociales significativos. 

Es necesario que los esfuerzos locales se complementen con iniciativas respaldadas por organizaciones no gubernamentales y organismos hemisféricos como el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Estas entidades pueden promover colaboraciones técnicas y financieras que fortalecen y expanden las intervenciones locales. 

Inclusión de las juventudes rurales a partir de los Derechos Humanos. 

Los Derechos Humanos son las pautas que habilitan comportamientos diferentes, es decir, impulsan relaciones sociales orientadas sobre la comprensión de la necesidad de reducir y atender brechas sociales, pero también posibilitar la calidad de vida de quienes han percibido históricamente restricciones en el goce pleno de los derechos.  

La transformación de las grandes brechas estructurales como las de género y las intergeneracionales, son reconocidas internacionalmente y están comprendidas en la Agenda 2030 como uno de los grandes desafíos que la humanidad debe resolver para lograr la igualdad entre todas las personas y un desarrollo sostenible, igualitario e inclusivo en todas las áreas y sectores.  

La igualdad, la participación y el disfrute pleno de un ambiente saludable y equilibrado son derechos fundamentales que pueden catalizar cambios en las dinámicas comunitarias, mejorando significativamente la calidad de vida de las poblaciones. 

La participación sustantiva de las juventudes rurales en sus entornos familiares y comunales propiciará un futuro de inclusión y de sostenibilidad, teniendo en cuenta que en las interseccionalidades se cruzan una serie de elementos como los de género que impiden la igualdad. Es importante también mencionar que los esfuerzos deben integrarse con estrategias establecidas por actores claves. 

Al efecto, adquiere especial relevancia promover la cooperación técnica entre las juventudes rurales de las Américas para movilizar esfuerzos en favor de la acción climática. Estimular la comprensión y el impulso de prácticas en los sistemas agroalimentarios que promuevan modelos de gestión orientados a lograr inclusión, sostenibilidad y resiliencia es fundamental para enfrentar la exclusión.  

El Programa de Equidad de Género y Juventudes del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), tiene compromisos decididos con las juventudes rurales del hemisferio. Su enfoque en la Cooperación Técnica está diseñado para ayudar a empoderar a las mujeres, promover la igualdad de género, fomentar competencias, y apoyar el intercambio e impulso de iniciativas productivas lideradas por juventudes. 

Hacia un futuro sostenible e inclusivo. 

La integración de conocimientos entre personas jóvenes y personas de mayor edad puede impulsar la construcción de iniciativas y cambios fundamentales dentro de los territorios rurales. Por eso, la participación es una oportunidad para que las mismas juventudes puedan intercambiar y potencializar sistemas agroalimentarios más inclusivos y sostenibles.  

Dejar de lado la visión adultocéntrica para estimular una visión intergeneracional con justicia que posibilite el bienestar y la equidad entre generaciones, es un valor urgente para la transformación social. Las juventudes rurales no son el futuro, son un presente esperanzador. Los sistemas agroalimentarios representan una posibilidad de integración que permitan a partir de las visiones de ellos y ellas transformar las dinámicas a partir de la inclusión y la sostenibilidad. 

Fuentes:

CELADE. (2020). Sistema de Indicadores Sociodemográficos de Poblaciones y Pueblos Indígenas. Disponible en:

https://redatam.org/redbin/RpWebEngine.exe/Portal?lang=esp

Comisión Interamericana de Mujeres, Estados Unidos de América (CIM). 2020. Las mujeres rurales, la agricultura y el desarrollo sostenible (en línea). Washington, Estados Unidos de América, OEA. 8 p. Consultado 5 jun. 2023. Disponible en:

https://www.oas.org/es/cim/docs/DocumentoPosicion-MujeresRurales-FINAL-ES.pdf.

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). 2022. Envejecimiento en América Latina y el Caribe: inclusión y derechos de las personas mayores (LC/CRE.5/3), Santiago, de Chile. Disponible en:

https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/e345daf3-2e35-4569-a2f8-4e22db139a02/content

Díaz, V. y J. Fernández (2017), “¿Qué sabemos de los jóvenes rurales? Síntesis de la situación de los jóvenes rurales en Colombia, Ecuador, México y Perú”, Serie documento de trabajo, N° 228, Grupo de Trabajo Inclusión Social y Desarrollo, Programa Jóvenes Rurales, Territorios y Oportunidades: Una Estrategia de Diálogos de Políticas, RIMISP, Santiago de Chile.

M. Guiskin, “Situación de las juventudes rurales en América Latina y el Caribe”, serie Estudios y Perspectivas-Sede subregional de la CEPAL en México, N° 181 (LC/TS.2019/124-LC/MEX/TS.2019/31), Ciudad de México, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2019. Disponible en: https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/f94f1075-5e5a-4aa1-aa1d-c203d026afce/content

Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura. 2023. Documento del Programa de Equidad de Género y Juventudes. Disponible en: https://repositorio.iica.int/bitstream/handle/11324/21845/BVE23109209e.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Microsoft. 2020. Conectividad rural en América Latina y el Caribe. Un puente al desarrollo sostenible en tiempos de pandemia. https://repositorio.iica.int/handle/11324/12896

OIJ, CAF, PNUD “Desafío Inclusión y Juventud en LAC”. Serie Desafíos, Cuadernillo 1. 2023. Disponible en:

https://www.undp.org/sites/g/files/zskgke326/files/2024-04/es_oij_dg_cuadernillo1_inclusion_1.pdf

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. 2020. Noticia: https://www.fao.org/family-farming/detail/es/c/1042161/

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